Ambas están muy relacionadas y, de hecho, suelen estar causadas por una mala higiene bucodental. La acumulación de biofilm oral, o placa bacteriana, en la boca provoca la inflamación, lo que resulta ser uno de los primeros síntomas visibles de estas enfermedades.

Otros síntomas comunes en este tipo de enfermedades son la halitosis o una mayor sensibilidad dental al ingerir alimentos muy calientes o fríos; asimismo, también pueden llegar a moverse los dientes. En cuanto a las causas, algunos especialistas apuntan también a factores genéticos como causantes de desarrollar estas enfermedades.

Si bien la gingivitis puede tratarse, en la periodontitis muchos casos son irreversibles cuando se detectan. Por ello, hay que ser consciente de la esencialidad de las visitas al odontólogo y de la higiene bucodental en casa. Al detectar síntomas como inflamación, sangrado en las encías, movilidad u otros es fundamental acudir al periodoncista cuanto antes.

Las enfermedades propias de la peridoncia dental son de las más comunes entre los pacientes, junto con la caries, y pueden afectar a pacientes de todas las edades; sin embargo, son más frecuentes entre adultos. Así pues, la clave para prevenirlas es la higiene dental. Es importante cepillarse correctamente los dientes a diario, un mínimo de dos veces y durante dos minutos o más. Asimismo, en el mercado hay mucha variedad de pastas dentales, por lo que es sencillo encontrar una pasta específica para combatir estas enfermedades. Finalmente, también se recomienda complementar el cepillado con el uso de enjuague bucal, el hilo dental y el irrigador bucal. Una buena limpieza a diario mantendrá la boca sana y protegida de este tipo de enfermedades.