Dientes apiñados: Cuando los dientes están amontonados o superpuestos, la ortodoncia invisible puede ayudar a moverlos a su posición adecuada.
Separación de dientes: Si tienes espacios entre tus dientes, la ortodoncia invisible puede cerrar estos espacios de manera efectiva.
Mordida abierta: En casos de mordida abierta, donde los dientes superiores e inferiores no se tocan correctamente, la ortodoncia invisible puede corregir este problema.
Mordida cruzada: Cuando algunos dientes superiores se cierran dentro de los dientes inferiores (mordida cruzada), la ortodoncia invisible puede alinearlos adecuadamente.
Sobremordida: Una sobremordida se produce cuando los dientes superiores cubren excesivamente los dientes inferiores. La ortodoncia invisible puede ayudar a ajustar esta alineación.